Va de dinosaurios

La participación esta misma semana, en los llamados martes de la RACAL, del catedrático de paleontología de la Autónoma madrileña, director asimismo años atrás de los trabajos de investigación en el yacimiento mesozoico de Las Hoyas, José Luis Sanz, junto a la asimismo bastante reciente aparición en un periódico de tirada nacional de una información a toda página sobre la elevada cantidad de restos salidos a la luz en la loma de Lo Hueco como consecuencia de las obras del AVE y su hoy por hoy mínimo aprovechamiento como material de estudio, si por un lado volvían a poner sobre el tapete la enorme riqueza a este respecto de nuestra provincia con lo que se ha llegado a llamar –uniendo a las dos zonas mencionadas la de Portilla– el “triángulo de oro de los dinosaurios” de la Europa occidental, por otro conducían a tener que volver a lamentar que se truncara aquel anunciado plan –el columnista no sabe si llamarlo siquiera proyecto porque probablemente no pasó nunca de una mera, eso sí, entusiasta, declaración de intenciones– para la creación en nuestra provincia –Barreda, diciembre de 2017, dixit– de un centro de investigación y de un parque de ocio que potenciaría el valor de esos hallazgos tanto cara a la investigación como a su potencial como atracción turística. La idea no pasó de eso, de idea, y ahí quedó, flotando en el limbo, y mucho es de temer que ahí siga por mucho tiempo por más que la señora Cospedal pareciera como si de alguna manera y en algún sentido la haya retomado con el anuncio, el pasado enero, de la ubicación en nuestra capital de un museo paleontológico que, se subrayaba, sería uno de los principales proyectos a abordar en nuestra provincia por el ejecutivo autonómico en la última etapa de la legislatura. Ojalá fuera así y que esa también anunciada exposición paleontológica que al menos de manera temporal se ha avanzado por el delegado de la Junta que reabrirá esta primavera las puertas del pobre Ars Natura –ésa es otra– fuese un avance hacia tal logro; pero, perdóneme, señora, escarmentados estamos y los tiempos, no parecen, qué quiere que le diga, los más propicios. Ojalá, ojalá no tengamos que volver a quedarnos con la miel en las labios. Ojalá. A la espera –usted tiene no la palabra, sino los hechos- quedamos.

Publicado en Las Noticias de Cuenca. Sección "Déjenme que les diga". Semana del 7 al 13 de marzo de 2014 







                                                                                                                                                                                                                                                              

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