Lugar de la palabra
Desde ayer lunes y hasta el próximo jueves la localidad conquense de Priego vuelve a convertirse - como cada año desde hace diez, mediado julio – en “lugar de la palabra”. Benéfica culpable, la nueva edición de esos cursos de verano en torno a la poesía que en ella propulsara el escritor Diego Jesús Jiménez a quien de manera tan descarada el columnista acaba de robar la entrecomillada expresión; unos cursos que desde entonces han venido haciendo que, cada estío, la palabra, la palabra poética, plante jubilosa tienda cabe el límpido discurrir del serrano Escabas. Lo hizo cada vez que su citador se lo requirió y vuelve, ha vuelto a hacerlo, en esta primera convocatoria tras su fallecimiento, dispuesta a seguir con la tarea que él le encomendara. Por eso ha acudido de nuevo, fiel a su compromiso, para convertir, una vez más, a la villa en punto de encuentro de creadores y estudiosos, esta vez convocados en torno – merecido homenaje, desde luego, pero ante todo estricta justicia – a la pr