Ángel Crespo

Los poetas “transforman, cuando el aire los visita, / a la tierra, si poca, en un cristal / transparente y portable – / aunque a veces tan tenue como el agua” Los versos de Ángel Crespo – diáfano ejemplo en sí mismos de lo por ellos dicho – saltaban a la memoria del columnista mientras asistía en Teruel a la presentación del monográfico que la Revista Turia ha dedicado al ciudarealeño y en la que, siquiera mínimamente, tuvo la fortuna de colaborar. Poeta admirable, espléndido traductor, brillante ensayista y agudo crítico de arte, Crespo, nacido en 1926 en Alcolea del Pinar y fallecido en Barcelona en el 96, fue sin duda uno de los creadores más peculiares de la cultura española de la última centuria. “Pocas veces – y le robo las palabras a Alejandro Krawietz – fue el siglo pasado escenario para la actuación de un pensador o de un poeta con una conciencia tan clara de la poesía como un lenguaje a la vez transversal y secreto dentro del espacio del conocimiento”; una conciencia que le llevó – sigo con la cita – “a una trayectoria en la que experiencia vital, experiencia cultural y experiencia creativa mantienen una continua razón de convergencia amparada en la poesía como manifestación verdadera”. Ejemplo a seguir para cuantos nos empeñamos en caminar la senda sin senda de la palabra al aire. Ejemplo, digo; que ni por asomo quiero incurrir en el fallo por su aforismo denunciado: “lo que echa a perder todo entre nosotros es que el poeta no es considerado como un ejemplo, sino como un ejemplar”. Amén.

Publicado en Columna Cinco Grupo El Día, el martes 24 de noviembre de 2009. La foto corresponde a la presentación de la revista Turia el lunes 23 enel Museo de Teruel