Todo un ejemplo



Se llama Florencio de la Fuente y ayer lunes cumplía en Huete los ochenta y cuatro de su nacimiento en otra población conquense, la de Villanueva de Guadamejud, en tanto los juanistas culminaban por las calles del barrio de Atienza, a ritmo de galopeo, sus anuales celebraciones. Y lo hacía recibiendo, en ese Convento de la Merced que, para disfrute de optenses y visitantes, muestra la colección de arte contemporáneo por él creada hace diecisiete años a partir de la suya personal, a una embajada de la aragonesa Calatayud cuyo Museo fuera marco reciente de una exposición también fruto de su condición de mecenas. Porque Florencio de la Fuente, a más de enamorado del arte desde que un día se enganchara a él en su primera visita al Prado, para luego vivirlo bien de cerca en su trabajo como secretario del pintor salvadoreño Pedro Matheu, es eso, un mecenas; un hombre generoso que no quiso quedarse para sí solo esas obras de Picaso, Dalí, Gregorio Prieto, Rueda, Gordillo, Úrculo, Bonifacio o tantos otros que fuera atesorando a lo largo de su vida, sino que quiso y quiere compartir su goce con los demás en ese Museo de Huete, en el que hace tres años abriera en la valenciana Requena o en muestras como la bilbilitana. Y por ello, por lo que su comportamiento tiene de ejemplo de generosidad en tiempos tan ferozmente egoístas cual los actuales, el columnista ha querido unir la felicitación de su semanal entrega a las que ayer, quizá entre pastas y limoná, seguro recibió.
Publicado en Columna Cinco, Grupo El Día el martes 11 de mayo de 2010

Comentarios

  1. Me adhiero a tu ¡Viva Florencio! Porque se lo merece.
    Conozco su museo-colección en Huete y a su persona; que el mundo en que vivimos lo hace mejor.
    arturo luján

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