Martin Gardner


A muchos de ustedes quizá nos les suene su nombre aunque su presencia en el mercado librero español no haya sido precisamente escasa e incluso, si ya peinan canas, hasta tal vez tengan olvidado por algún estante su “Izquierda y derecha en el cosmos” aparecida en aquella Biblioteca General Salvat – tan barata que cómo no irla adquiriendo cada semana - que la susodicha editorial, junto a Alianza, puso en los quioscos allá por los comienzos de los setenta del pasado siglo tras su también super-exitosa Colección RTVE. O quizá sí; quizá usted sea de quienes, en este país como en tantos otros, le dieron al caletre con sus juegos matemáticos o gritaron ¡sí señor!, ¡claro que sí!, aplaudiendo su denodada lucha contra la superchería y el frade seudocientífico en las páginas de “¿Tenían ombligo Adán y Eva?” o de “Lo bueno, lo malo y lo falso”, si surgidas de su profundo conocimiento científico y su paralelo buen hacer literario, tan sabrosamente aliñadas con su siempre chispeante sentido del humor. Pero lo conocieran o no, fíense, por una vez, de las palabras del columnista: Martin Gardner fue – nos acaba de dejar – uno de los mejores divulgadores científicos que hayan publicado nunca. Y de una cosa estoy seguro: no sé si Alicia pero desde luego, vaya que sí, Lewis Carroll sería uno de los primeros en recibirle en el Paraíso: ¿cómo no iba a acudir a darle un abrazo de bienvenida al hombre que mejor desmenuzara nunca todas las claves de su País de las Maravillas?
Publicado en Columna Cinco, Grupo El Día, el martes 1 de junio de 2010. Foto tomada de internet.

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