De modo similar a cómo la más o menos ideológicamente interesada polémica suscitada por las declaraciones del ministro Garzón ha tenido el –déjenme que utilice la ya tan generalizadamente asumida expresión– beneficio colateral de llevar a los titulares y a las cabeceras de los medios informativos nacionales, y por tanto poner el asunto sobre el tapete de la discusión a nivel estatal, el evidentemente más que importante debate sobre las macrogranjas –perdón, por favor, cómo se me ocurre, pongámonos estrictos, las grandes instalaciones de ganadería intensiva–, que corría el peligro de no salir de áreas mucho más reducidas aunque por la parte que nos toca evidentemente más que cercanas, de modo parecido –retomo el hilo– la propuesta por parte del ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana del denominado Proyecto X Cuenca ha tenido –tiene, qué caramba– la virtud de haber traído al aquí y ahora de nuestra capital, de nuestra provincia y, en alguna medida también, de nuestra Co
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