Regreso al futuro





Supongo que ya andan enterados –porque si no, no sé en qué mundo viven, que andan que no han parlado y siguen parlando del asunto tanto los medios de comunicación como las cada día más omnipresentes, omnidireccionales y sacrosantas redes sociales– de que este año han venido a cumplirse los treinta del estreno, en 1985 por tanto, de “Regreso al futuro”, el film con el que Robert Zemeckis abrió el filón de la exitosa comercial trilogía que en su segunda entrega enviaría además –doble aniversario pues y doble motivo así, puestos ya a conmemorar que tanto, pero que tanto nos gusta, de celebración–  a su adolescente protagonista Marty McFly al mismísimo 21 de octubre de este nuestro propio actual 2015, por más que lo que tanto él como el inefable Doc Brown se encontraran, aeropatinetes incluidos, no fuera exactamente a lo que cada día nos encontramos al echarnos a la calle, ficcional evento que, a más del mediático revuelo ha motivado, cual, como suelen decir tanto nuestros políticos, no podía ser menos, una densa programación de fastos conmemorativos de conciertos o exposiciones a, por supuesto, proyecciones de la entera, enterita saga. Pero no era ni de la trilogía ni de su celebrado trigésimo cumpleaños de lo que realmente yo pensaba hablarles hoy en mi semanal entrega, sino –bastante poco original, ¿qué quieren?, ya lo sé– de los programas que más o menos han comenzado ya a adelantarnos las distintas fuerzas políticas cara a la llamada a urnas del próximo diciembre; lo que pasa es que, lo que son las cosas del cacumen, ¿verdad?, lo uno y lo otro se me han debido mezclar y al comenzar a darle al teclado no he podido por menos de pensar lo bien que en buena medida les vendrían como peliculero título a tales haremos y no haremos político-programáticos el de las zemeckianas películas con su juego de futuribles si nos ponemos a pensar –y no se trata de ser mal intencionados sino, lo siento, realistas– en  cómo y en qué grado esas medidas y esos objetivos teóricos que ahora se nos presentan y proponen como plan de acción llegarán a poder o querer ponerse en realización y a cumplirse o no en ese futuro que aspiran a diseñar:  a modo y semejanza del para la pantalla imaginado y en ella visitado por Marty y Doc  ¿cuánto y en qué medida ese futuro coincidirá con el por sus planes esbozado?... Ahí les dejo y perdón por el batiburrillo en el que se ha metido hoy este articulista y del que sin duda tiene buena culpa su inveterada condición de cinéfilo. Hasta la semana que viene si les apetece.

Publicado en Las Noticias de Cuenca. Sección DÉJENME QUE LES DIGA. Semana del 23 al 29 de octubre de 2015. Foto tomada de Internet.

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