Medio siglo
Cincuenta, cincuenta añitos cumplirá el 23 de
este mes el edificio que Miguel Fisac diseñara como sede de la bastante más
veterana Biblioteca Pública estatal conquense –nació como tal en 1846, otra
buen bocado al calendario, basada en los diferentes fondos bibliográficos de la
Iglesia provenientes de la desamortización–, un edificio al que aún muchos de
cuantos o bien ya peinamos canas o, qué se le va a hacer, ni siquiera eso,
continuamos llamando Casa de Cultura, nombre más que apropiado para un inmueble
que durante años y años unió a su función como tal biblioteca y sede asimismo
del archivo histórico –que en 1999 pasaría a la para ello rehabilitada antigua
cárcel de la Inquisición– su condición de marco de la mayor parte de la oferta
cultural de la ciudad. Hace bien poco que este articulista, metido a ocasional
conferenciante, aludía precisamente a tan destacado papel al rememorar, dentro
de la programación de los martes en la RACAL, el bulle-bulle escénico vivido
por nuestra capital en los setenta del pasado siglo de la mano de la asociación
Amigos del Teatro y del socio-político-cultural fenómeno del entonces llamado
Teatro Independiente. Bajo la para tales tiempos más que liberal y abierta
dirección de Fidel Cardete, a más de su labor específica en sus dos salas de
lectura respectivamente dirigidas al público adulto y al infantil, funcionaba
como la principal infraestructura del día a día cultural conquense: en su salón
de actos, de doscientas ochenta plazas, hoy desaparecido, se ponían en pie la mayoría de las representaciones escénicas,
se desarrollaban las sesiones del cine club Chaplin y muchas de las citas
musicales de la asociación Maestro Pradas o se organizaban ciclos de
conferencia; en sus dependencias tenía asimismo su sede la propia Amigos del
Teatro y en sus dos salas de exposiciones, la del vestíbulo y la del sótano, se
sucedían las muestras plásticas o fotográficas tanto de creadores locales como
de artistas foráneos junto a las filatélicas o los certámenes de cine amateur
promovidos por la Agrupación Filatélica y Cultural en tanto que en sus
instalaciones se desarrollaban también cursos de la más variada temática,
incluidas las primeras convocatorias de algún ciclo de español para extranjeros.
Heredera –ya en un contexto muy distinto y con toda otra serie de
infraestructuras progresivamente creadas y actuantes en la ciudad– la
Biblioteca, remodelada al hilo del
cambio de siglo por Luis Arranz, aunque ya especialmente centrada en esa su
condición ha continuado no obstante, merced a
la al par que tesonera e infatigable más que inteligente gestión de su actual directora Begoña Marlasca
–uno de los grandes nombres, no tengan la menor duda, de la cultura conquense,
que no sólo de creadores puros vive ésta– echando su buen cuarto a espadas en nuestro
ciudadano aquí y ahora, esa cotidiana brega que, con ocasión precisamente del
aniversario, está previsto que ese día se debata en ella. Felicidades a cuantos,
presentes o ya idos, conformaron su
historia y larga vida cara, a como sea, al futuro.
Publicado en Las Noticias de Cuenca. Sección DÉJENME QUE LES DIGA. Semana del 6 al 12 de noviembre de 2015. Foto José Luis Pinós.
Comentarios
Publicar un comentario