Una buena iniciativa
Durante mucho tiempo, y
aún en buen grado todavía hoy, la Semana de Música Religiosa de Cuenca junto
con el Museo de Arte Abstracto, y sin dar de lado, por supuesto otras ofertas, fueron
y han sido el soporte principal, de puertas para fuera, de la consideración de
la ciudad como lugar para la cultura. Su ya larga trayectoria –casi sesenta
convocatorias ya desde aquel 17 de abril de 1962, Martes Santo, en que, en una
recién remozada Iglesia de San Miguel con todavía fresco el yeso de las obras
en sus paredes, y tras la preliminar intervención del poeta y cronista de la
ciudad Federico Muelas, el Coro de Radio Nacional de España, bajo la dirección
de Alberto Blancafort, con la interpretación de la “Pasión según San Mateo” de
Francisco de Guerrero iniciara el primero de sus conciertos –, la calidad
generalizada, año tras año, de sus programas, y, especialmente, su enorme
aportación a lo largo del tiempo a la composición musical contemporánea
española con su continuada política de obras de encargo y estrenos, y sin
olvidar tampoco la de los volúmenes en su día editados por el “ad hoc” creado Instituto
de Música Religiosa de la Diputación Provincial, le otorgaron un papel de
relevancia en el panorama melómano tanto de nuestro país como europeo. La dura
situación a la que en estos días nos estamos viendo sometidos se ha llevado por
delante la que debería haber sido su quincuagésimo novena edición privándonos
de su disfrute; por eso me ha parecido tan espléndida la iniciativa que un
grupo de conquenses de ella enamorados –encabezado por Carlos Lozano pero en el
que también figuran, por ejemplo, Manuel Millán, Marco Antonio de la Ossa, Raúl
Martínez o Pedro Mombiedro–, aprovechando la oportunidad de conexión que nos
brindan las nuevas tecnologías, hayan puesto en la red, en internet, vaya, cada
tarde-noche desde el pasado lunes, una tertulia sobre ella, sobre la Semana de
Música Religiosa en el marco de la Semana Santa, en la que también están
invitando a participar a otras personas con la una y con la otra relacionadas y
cuyo desarrollo puede verse no sólo en directo en el momento de su realización
sino también a posteriori porque en la red siguen, a disposición de cuantos
quieran visionarlas, las ya emitidas. Vaya para ellos el agradecimiento,
acompañado de sincero aplauso, tanto por parte de este articulista como, estoy
seguro, de tantos melómanos, conquenses o no, que con ella están teniendo la
posibilidad de, de alguna manera y a pesar de todos los pesares, vivir, en
cierto modo, la celebración que el maldito virus nos ha este año
escamoteado.
Artículo publicado en la edición digital de Las Noticias de Cuenca el 9 de abril de 2020
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