Signos de esperanza


 

                                                                   Foto cortesía de Nordex Group y Las Noticias de Cuenca

¿Se acuerdan del calificativo de “brotes verdes”, ya saben, esa metáfora que tanto se ha utilizado en ocasiones en política para, de una forma coloquial y, eso sí, en general más bien propagandística, para referirse a determinados signos de recuperación económica tras una crisis? Bien, pues no sabe este comentarista si tras el recuerdo que del uso que de ella hicieron, allá por el 2009, los integrantes del ejecutivo del entonces presidente Rodríguez Zapatero, pueda haber quedado en la memoria de ustedes, potenciales lectores de estas líneas, le vendría bien o no usarlo para calificar algunos hechos que últimamente se han colado en la agenda noticiosa de nuestra provincias que en buena medida, especialmente en el marco del nada alentador panorama de la agobiante situación que en estos momentos tanto nos acogota, sí que le parecen que aparte de que ya saben que de cuando en cuando decido sentirme optimista a como sea– que, objetivamente, son esperanzadores. Me refiero por ejemplo a la bien reciente autorización por la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo del proyecto de la empresa alemana de aerogeneradores Nordex para la ubicación en Motilla del Palancar de una instalación para la fabricación de las torres de hormigón sobre las que se colocan los aerogeneradores que se instalan en los parques eólicos que se ha dicho que, con una inversión de casi tres millones de euros,  podría crear –por Dios, que así sea– hasta trescientos puestos de trabajo directos y doscientos indirectos en un municipio en cuyo término, por otro lado, Endesa, a través de su división de energías renovables Enel Green Power España, ha conectado a la red eléctrica un parque eólico de cincuenta y un megavatios de potencia que al parecer alcanzará una producción anual de ciento cuarenta y cuatro gigavatios-hora evitando la emisión a la atmósfera de aproximadamente noventa y cinco mil toneladas anuales de CO2. O a esa implantación por un inversor asiático en Montalbo de una planta de reciclaje de plásticos puesta en marcha al amparo del proyecto “Invierte en Cuenca” que promueve la Confederación de Empresarios de Cuenca con el patrocinio de la Diputación Provincial y la colaboración de Globalcaja, Grupo PGS y Garaje Las Flores. O la creación en Ribatajada por un grupo de jóvenes emprendedores locales, motivados por el premio obtenido en 2015 por el proyecto de agricultura ecológica con el que participaron en el Concurso de Proyectos Empresariales Lanzadera de la Diputación, de una empresa conservera, Tarro Verde, que con elaboraciones veganas libres de gluten y sin alérgenos propone una cocina tradicional adaptada a los nuevos tiempos… Ya les digo, hechos que ojalá sean seguidos por otros nuevos similares que en estos tan duros tiempos que estamos sufriendo vayan dándonos motivos para mirar con esperanza, con al menos algunas esperanzas, al futuro. Que así sea y lo veamos.

Artículo publicada en Las Noticias de Cuenca  en la edición impresa (07-08-2020) y en la digital https://www.lasnoticiasdecuenca.es/opinion/signos-esperanza-1347

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