Reinventar el futuro
La noticia de la nueva
nominación de una profesora conquense, la maestra Asun Flores Vicente, para los
Premios Educa Abanca al Mejor Docente de España del curso 2019/2020 –ya lo
había sido anteriormente en la convocatoria del curso 2017/2018– da pie a este articulista a acercarse hoy
desde nuestra provincial actualidad a la importancia de la imprescindible
potenciación, renovación y mejora de nuestro sistema educativo. Algo que quizá
ya hubiera debido hacer días atrás al hilo de la celebración, el pasado 5, del Día
Mundial de los Docentes conmemorativo del aniversario de la Recomendación
de la OIT (la Organización Internacional del Trabajo) y la Unesco relativa a la Situación del
Personal Docente de 1966 posteriormente complementada en 1997 con la relativa a
la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior, una celebración que
cada año nos recuerda el
papel fundamental que
desempeñan los docentes en el logro de una educación inclusiva y de
calidad para todos que se convierte en ocasión para reflexionar sobre las maneras de hacer frente
a los retos pendientes para promover la profesión docente. Una celebración que
este año se ha llevado a cabo bajo el lema “Docentes: líderes en tiempos de
crisis, reinventando el futuro”, remarcando la importancia de la educación ante
los crudos desafíos que nos plantea la situación de crisis generalizada
provocada por la Covid-19, algo que, al exacerbar las
desigualdades, con consecuencias
devastadoras para los más
marginados, no ha hecho sino poner aún más de relieve el papel
fundamental que desempeñan los docentes en el logro de una
educación inclusiva y de calidad para todos colocándonos en una situación que
nos exige imperiosamente, como nos ha recordado precisamente la declaración
conjunta a propósito de esta celebración de la Directora General de la UNESCO, el
Director General de la OIT, la Directora Ejecutiva de UNICEF y el Secretario
General de la Internacional de la Educación que, a más de subrayar cómo los
docentes contribuyen de manera
crucial a garantizar
la continuidad del aprendizaje y
a apoyar la salud mental y el bienestar de sus alumnos, nos advierte de cómo
ahora tenemos que pensar más allá de la propia
pandemia y trabajar para crear una mayor resiliencia de
nuestros sistemas educativos
que permita responder
rápida y eficazmente a estas y otras crisis similares
lo que supone preservar la financiación de la
educación, invertir en
una formación inicial
de alta calidad
para los docentes
y continuar el desarrollo
profesional del personal docente existente.
Y es que si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las
inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una verdadera catástrofe
educativa. Por ello la declaración insta a los gobiernos a que protejan la
seguridad, la salud y el bienestar de los
docentes, así como
su empleo, a que
sigan mejorando sus
condiciones laborales y a
que los impliquen, junto
con las organizaciones que
los representan, en el
enfoque educativo adoptado para
responder a la crisis y a propiciar la recuperación
posterior a ella, lo que supone preservar la financiación de la educación,
invertir en una
formación inicial de
alta calidad para
los docentes y
continuar el desarrollo profesional del personal docente existente. Como
señala la declaración: “ahora es el momento de reinventar la educación y concretar
nuestra visión de un acceso igualitario a un aprendizaje de calidad para todos
los niños y jóvenes”; es decir: reinventar el futuro. ¿Seremos capaces?
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