Lo que deberíamos hacer
Que es mejor prevenir que curar es no sólo uno de los asertos refraneros que con más generalizada frecuencia nos solemos llevar a la boca sino, muy probablemente, uno de los que con más convencimiento emitimos; bien distinto es sin embargo que ese convencimiento, pese a esa condición de seres racionales con la que solemos arrogarnos los humanos, acabe llevándonos a aplicar lo que con él predicamos. Si en verdad lo hiciéramos anda que no deberíamos estar, pero que ya, más que prestos a poner en práctica la receta para – ahora que tan en nuestra propia carne andamos todavía sufriendo las temibles consecuencias de la Covid 19– hacer frente no sólo a esta pandemia si no a las que, según nos señalan los expertos, nos puedan seguir viniendo encima, máxime cuando además esos propios expertos nos señalan también –miel sobre hojuelas que solían decir nuestros mayores– que prevenir nos saldría más, pero que mucho más barato que pelear contra ellas cuando ya anden azotándonos. Así se afirma por